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EMOTIVA DESPEDIDA AL DR, IGNACIO ACUÑA.

 En medio de profundas muestra de dolor, despidieron los restos del Dr. Ignacio "Polo"" Acuña.
Vecinos de Sumampa, Villa Ojo de Agua, Los Telares, Sol de Julio y otras localidades, llegaron al Honorable Concejo Deliberante de Sumampa, para despedir al médico de Policía Dr. Ignacio Leopoldo Acuña, quien falleciera en la ciudad de Córdoba, después de una complicación post operatoria.
Los restos del comisario fueron velados con una guardia de honor de la Escuela de Policía “Coronel Lorenzo Lugones” de la capital santiagueña y participaron autoridades de la Jefatura de Policía, de la Secretaría de Seguridad, autoridades gubernamentales de Sumampa, Sol de Julio, Ramírez de Velazco, personal policial de las comisarías seccional Nº 31 de Villa Ojo de Agua, Nº39 de Los Telares, Nº 33 de Sumampa y sub Comisaría de Sol de Julio y miles de vecinos que llegaron de diferentes localidades del sur santiagueño, quienes destacaron su profesionalismo, buen humor y generosidad
El intendente de la ciudad de Sumampa, Dr. Marcelo Bernasconi, en nombre de toda la comunidad sumampeña, destacó todo el trabajo profesional, su vocación y la entrega por su amor por la medicina. En nombre de la Policía de la Policía de la Provincia, hizo uso de la palabra el Mayor Mario Sequeira, del Hospital Distrital Dr. Gustavo Schull Grau, la enfermera Chela González y de parte de sus compañeros de la comisaría seccional Nº 33, el oficial Juan Manuel Feraud, quien destacó “Me he convencido que a menudo, el ser supremo nos envía seres particularmente humanos. Personas especiales que llegan a este mundo con la misión de sembrar ilusiones, esperanza y valores. Felizmente por haberte conocido, ser especial, nos marcaste el camino a muchos, con la entrega permanente hacia los demás. Siempre estaban convencidos que la misión se debía cumplir, sin medir  esfuerzos, sin ver el tiempo, sin saber a quién, sin poner precio a tu obra. Tus manos benditas, pudieron dar vida, curar heridas y aliviar sufrimientos.
Tu nombre deberá quedar impreso por siempre en estas tierras, tu trabajo fue inmenso, que al pasar los años, cuando nuestras memorias quieran olvidarte, podamos rememorarte en el horizonte, al llevar tu nombre en una calle o en la pared de nuestras instituciones, y así recordarte con una sonrisa. Querido Polo, ya lo asumí: No escucharemos más en los pasillos de nuestra comisaría, el raspar de tus pies al llegar, ni oír el… ché negro que hay… Con el corazón, hasta siempre doctor!” Concluyó.
Los restos fueron sepultados en el cementerio Municipal, donde una multitud se despidió entre llanto y agradecimientos.



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