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Añatuya: "amiga" del sexo facilitó el ingreso al "negocio" de dos chicas de 13 y 15 años

“Los camioneros hacían lo que querían con nosotras. Nos golpeaban. Ella cobraba por adelantado y nos entregaba”, denunciaron.


Todas las tardes, dos adolescentes pintaban sus labios con furioso rouge rojo y marchaban a la ruta de Añatuya, a vender sus cuerpos entre los camioneros.
Con apenas 13 y 15 años, cayeron en la trampa de una “amiga” prostituta: quizá favoreció la manipulación el que las chicas estuvieran distantes de los padres.
En un abrir y cerrar de ojos, las adolescentes eran prostituidas por $ 20, $ 30, $ 40, o según la cara del cliente. Los camioneros tomaban a las jovencitas, pero previamente hacía caja (cobraba) la “amiga” prostituta.
Cada calamidad de esta historia será ventilada en los días venideros en la Cámara del Crimen de 2ª Nominación. La Fiscalía estará a cargo del doctor Ramón Alfonzo.
“Promoción y facilitación de la prostitución” son las figuras enrostradas a la mujer, quien se encuentra libre, pese a que los delitos endilgados impiden la excarcelación.
Según la causa, las denuncias han sido motorizadas el 22 de octubre del 2011 y en mayo del 2012. Ambas jovencitas afirmaron que eran prostituidas y que si se negaban las golpeaban.
Vejaciones
Añadieron que los camioneros bebían, las golpeaban, forzaban a prácticas aberrantes, sin que jamás tuviesen posibilidad de salirse del negocio, ya que las amenazaban de muerte. “Los camioneros hacían lo que querían con nosotras”, afirmaron. “Ella cobraba por adelantado y nos entregaba a los tipos”.
Para la Justicia, la ocasión será propicia ya que posibilitará escuchar a las jovencitas, quienes debieron huir de Añatuya.
Se sabe que el ambiente de la prostitución era tan peligroso que después de los operativos, habrían sido amenazadas.
Años después, ese punto no pasará inadvertido.
Garantías
Tanto el tribunal, como el fiscal, ofrecerían garantías y procurarían seguridad total, a fin de que los testigos declaren sin temor alguno.
Dentro del recinto habría estrictas medidas de seguridad, ya que la acusada está libre y le atribuyen mucha injerencia en el negocio de la prostitución.
Algunos testigos deslizaron en la investigación que muchos camioneros golpeaban a las chicas de la noche y que las conminaban a callarse la boca, o la pasarían peor.
Las audiencias se extenderán casi una semana y las penas mínimas y máximas oscilan entre los 4 y 10 años de prisión.


Fuente: elliberal.com.ar

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